El adentrarse en el
popular barrio de Triana es una gran
oportunidad para sentir el ambiente y la vida cotidiana que en él se genera,
con el carácter e idiosincrasia de su
gente, sus calles, los corrales de
vecinos, las academias de baile, los
talleres de alfarería y sus edificios
más emblemáticos. Al mismo tiempo nos
sorprenderán las historias y leyendas
más famosas del barrio, sobre todo las
que hacen mención a la Inquisición.
Para unos, su nombre
proviene de la unión "Tri" tres, "Ana"
rios por darse allí esa confluencia;
otros prefieren la evolución Traiana-Trajan-Triana;
fundada por Trajano, el emperador romano
nacido en Itálica. Ha sido cuna de
inmejorables toreros, cantaoras,
tonadilleras y Folclóricas, de
personajes tan simbólicos como Rodrigo
de Triana, el primero en avistar
América.
En Triana se
reclutaron y formaron las tripulaciones
para América y se aprovisionaron los
barcos, como el de Magallanes y Elcano
en 1519, Yendo Elcano y los suyos a orar
a la Virgen de la Victoria, entonces en
el convento de los Remedios.
Si bien la vecina
Sevilla ha vivido durante siglos de
espaldas al río, Triana siempre fue,
ante todo, marinera; una actividad que
ha conservado hasta la mitad de los años
60 y que ya está definitivamente
extinguida.
El puente de Isabel II, más conocido
como Puente de Triana nos permitirá
desembocar en el barrio. Llegaremos a
entender la gran importancia que ha
tenido el puente en la historia del
barrio y Sevilla, desde el primitivo
puente de barcas a la actual
construcción del XIX que sigue la
tipología del Carrousel de París.
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