martes, 7 de abril de 2015

Semana Santa en Sevilla (Madrugada), la ciudad al límite.

Sevilla vivió en la Madrugada del pasado Viernes Santo otra noche al límite: carreras, aglomeraciones, peleas y hasta un escape de gas. Además, se produjeron cambios en el itinerario de algunas hermandades.
Se produjo una pelea en la calle Gallos, al paso de la hermandad de los Gitanos, todavía saliendo de su templo en ese momento, sólo 23 minutos más tarde, se informó de una riña en el bar Capote, junto al puente de Triana, dos personas habían caído al agua, una persona salió por sus propios medios y otra con ayuda de los bomberos; la peor pelea se produjo en la Encarnación a las 4.35 horas. La intervención policial para sofocar la reyerta provocó la estampida de un grupo de jóvenes en varias direcciones, fundamentalmente hacia la Campana y Orfila. Las carreras afectaron muy especialmente a la hermandad del Silencio, que en ese momento discurría por Cuna, Orfila y Javier Lasso de la Vega, y en menor medida a los Gitanos, que se aproximaba a la Encarnación desde Santa Ángela. Salvo algunas caídas, no hubo que lamentar daños personales pero sí escenas de pánico, gritos y nazarenos arrodillados.


Según un nazareno, cuenta su historia así:
Uno no sale de nazareno para echarse contra la pared de forma repentina ante la inminencia de una fuerza misteriosa que arrolla todo lo que hay por delante. Uno no sale de nazareno para proteger con sus brazos. colocados en cruz. a acólitos de diez años. Uno no sale de nazareno para ver deshacerse un cortejo que no han deshecho cinco siglos, ni para ver a un guardia civil echarse la mano al arma reglamentaria, ni para saber qué contestar a la mujer que pregunta dónde está su marido que va delante del paso, ni para hacer las últimas calles del recorrido con el pánico apretando más que el cinturón de esparto y con la actitud vigilante propia de un guarda espaldas, ni para regresar con cirios y cruces rotas, ver un antifaz perdido y dos cruces que sobran porque dos hermanos se han marchado comidos por la angustia.Uno no sale de nazareno para acabar arrollado contra la pared. Esta Madrugada es la noche más canalla del año.
En el siguiente vídeo, podéis observar la situación tan incomoda que vivieron los nazarenos:





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